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lunes, 10 de febrero de 2014

Cuando, por fin llegas a casa.

Están los primeros amores, los amores no correspondidos y los que estas deseando borrar de la cabeza porque te hicieron daño. Luego están los grandes amores que llegan sin avisar, sin buscar, y que cuando aparecen tienes la sensación de que por fin has llegado a casa, de que encontraste tu lugar en la vida y de que, ahora si, todo cobra sentido.
Es ese amor, que aunque pase el tiempo todavía hace que revoloteen mariposas en tu estómago, que hace que cuando le miras a los ojos sabes lo que está pensando y con el que eres capaz de acabar una frase que ha empezado el. Que cada día, cuando amaneces a su lado piensas, ¿como me habrá elegido a mi?, ¿en que momento su corazón le dijo que era yo?, y supo que este era su lugar en la vida y decidió pasarla conmigo. ¿Como sigue a mi lado a pesar de mis defectos, de mis cambios de humor y de mis días bipolares?.
Me gusta pensar que nadie tiene lo que tenemos nosotros, que nadie puede amar como lo hacemos nosotros.
Y sé, que si ahora estamos juntos es gracias a esos amores que le precedieron, al primer amor y a todos los demás, incluso a los amores que no quieres recordar porque fueron dañinos.
Esos amores me llevaron hasta mi gran amor.







De vez en cuando engaño a la fernandezpequeña y a su chico para hacer prácticas con la cámara y ellos son tan majetes que se dejan marear por mi.
 Gracias chicos.

Eva.

"Cruzamos miradas, de esas que crean hilos invisibles entre personas." 
Mónica Bedmar.

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